Friday, January 27, 2006

Felicitaciones Colega...

Hoy es un día muy especial, pues se está graduando de Psicólogo, Mención Industrial mi amigo Otto, compañero de trabajo y de blog.

Sacando cuentas, me doy cuenta de que nada más y nada menos que 19 años después que yo, ná guará!...

Es bien rico trabajar con gente como él, joven, renovador, con ideas audaces, energía y ganas de comerse al mundo...

Pero que quede claro, yo no me considero ninguna vieja, sólo con unos años más de experiencia... Y todavía quiero comerme al mundo, jajajaja!

Quiero desearle toda suerte de éxitos en su carrera profesional, que oficialmente comienza hoy, aunque no es así en la práctica, puesto que ha estado trabajando aquí por algún tiempo.

Amigo, conserva siempre la frescura, la simpatía y el buen humor que te caracterizan y que en nada están reñidos con la excelencia y eficiencia en tu desempeño...

FELICITACIONES COLEGA!!!

Aye

Monday, January 23, 2006

Voy con las mías

1) Así como dímelocantando se lleva los dedos a la boca, yo me chupo el labio inferior. Menos mal que esa vaina no estira, sino tuviera una bemba...
2) Caminar del lado de afuera de la acera cuando voy con una mujer. Es algo que aprendí de chiquito y no creo que se me pase. Es decir, si voy caminando con una mujer, me coloco del lado más cercano a la calle; si cruzamos la calle y cambiamos de acera, pues me cambio de sitio. Es como proteger a la mujer, soy yo quien queda expuesto.
3) Papelito inútil que cae en mis manos, papelito que corto en pedacitos, los vuelvo una pelotica y los lanzo para encestarlos en algún sitio. Si no hallo algo para encestar, la frente de algún compañero es un buen sustituto.
4) Hay una de esas tablitas con mensajes con la que me identifico mucho que dice: "Mi cuarto, mi desorden, mi peo..." Me uno al clan de los desordenados... Y no me toquen el desorden porque van a ver!
5) Soy un tipo súper pacífico , pero hay dos vainas que me encojonan y me sacan de mis casillas: un teléfono repicando (ya más de 2 repiques me aturde) y que me halen las orejas. Prefiero que me pellizquen una de aquéllas, antes que un tirón de orejas.

Ahí se las dejo...

Otto

Mis 5 Malas Mañas...

Bueno, para seguir en la cadena de las malas mañas en la que están Dímelo Cantando, Nelson, AnGe y otros amigos blogeros, me pongo en plan introspectivo para enumerar mis TOP 5 en materia de malos hábitos...

1. Me encanta ver televisión!. Puedo pasar todo un día (y más de uno también) tirada en mi cama viendo la tele. El cable ha sido uno de los mejores inventos del hombre, aunque algunos no coincidan conmigo... Mis canales preferidos son National Geographic, The History Channel, Discovery A&E y Animal Planet...

2. Copiando la expresión de Nelson: Soy hidráulica. Tomo agua todo el día y a cada momento, pero tiene que ser fría, aunque no a punto de congelamiento. El agua a temperatura ambiente no me hace ninguna gracia. Ya saben cuál es la consecuencia de beberla mucho..

3. Aunque me cuesta aceptarlo, soy adicta a la cocacola!. De nada sirven las advertencias de que la cola negra es el peor de todos los refrescos, no es lo mismo tomarse una chinotto que una rica cocacola con bastante hielo. Pero debo reconocerme que he reducido bastante la ingesta de la misma. Procuro tomarla sólo cuando voy al cine, para acompañar el tobo de cotufas que me como mientras veo la película...

4. Soy despistada. A veces estoy tan concentrada en lo que estoy haciendo, o en mis pensamientos que no me fijo en lo que pasa a mi alrededor. La semana pasada llegué a mi casa y alguien me preguntó si me habían gustado las matas que sembraron a la entrada, y yo tuve que decir que no las había visto. Me prometí a mi misma estar atenta al llegar y verlas. Por supuesto que lo olvidé, y fue ayer cuando finalmente las vi... Es difícil no percatarse de que están allí, pues las sembraron a un lado de las escaleras de entrada..

5. Soy maniática del baño. Puedo ducharme hasta 4 veces al día. Imposible salir de casa sin bañarme (imagino que como hace todo el mundo). Ni pensar en llegar de la calle y ponerme ropa cómoda sin antes "echarme un poquito de agua" o no bañarme antes de ir a la cama. No hay nada más rico que ponerse la pijama con la piel todavía húmeda (esa es otra maña, nunca me seco completamente, de hecho, la espalda siempre me queda mojada).

Uppss! me pasé, eran 5 y les dije 6. Por supuesto que hay más, pero con cinco es suficiente...

Aye

Monday, January 16, 2006

Artículos de lujo...

Para seguirles contando de mis aventuras en Bucaramanga...

Les comento dos anécdotas muy curiosas de la gente de esa ciudad.

La primera. Bucaramanga es durante el día una ciudad calurosa, el sol parece brillar más fuerte que en el resto de los países. Uno de esos días y para variar, fuimos a comer a un restaurant de carnes cuya particulariad es que en la entrada tienen unas neveras de esas de carnicería donde tienen exhibidos todos los cortes de carne, y tú eliges la pieza que quieras comerte.

Mientras esperábamos que nos sirvieran, yo pedí que me trajeran una cocacola. La chica que nos atendía, me trajo la botella de refresco y un vaso con ¡un cubito de hielo! ¡Sólo 1!, que por supuesto con el calor se iba a derretir en un santiamén.

Yo le pedí que me trajera más hielo. Ella muy diligentemente trajo la hielera y colocó otro cubito de hielo en el vaso. Finalmente le dije que por favor me llenara el vaso con el hielo y ella lo hizo, pero puso cara de extrañeza, como si yo fuera un ser de otro planeta.

Para mi, la cocacola no sabe igual si no tiene muuuuchhooo hielo!.

Otro día fuimos al cine tres personas, y decidimos comprar el combo de cotufas (allá le dicen crispetas) y refresco grandes. Creo que sólo pusieron dos cubitos de hielo en el vaso, porque a los 15 minutos de película
!ya no había hielo!...

Y no es que sean pichirres. Es una cuestión cultural. No están acostumbrados a las bebidas heladas, si de hecho se toman la cerveza a temperatura ambiente...

La segunda. En otra oportunidad fuimos a una pastelería. Nos sirvieron la torta que pedimos, muy rica por cierto. En la mesa no había un servilletero (no acostumbran ponerlos). Fui al mostrador a pedir que me dieran servilletas, y ¡sólo me dio 1 servilleta!

Tuve que hacer malabares al usarla...

¿Cómo harán para comer hamburguesas o perros calientes? Yo uso muchas servilletas para hacer desaparecer los rastros de mayonesa o salsa de tomate.

Creo que para la próxima me tendré que llevar un paquete de servilletas en la cartera, y también cargar con una cavita con hielo para todos lados!!!

Wednesday, January 11, 2006

Desayuno Santanderiano...

En dicimebre viajé a la ciudad de Bucaramanga en Colombia a pasar las navidades y el año nuevo. Fue toda una aventura el recorrido en carro, pero el paisaje de la cordillera bien valió la pena...

En el camino, nos detuvimos en una población llamada Berlín, muy cerca del peaje del Picacho que está a 4.010 mts. sobre el nivel del mar, donde el frío es intenso. Decidimos parar a desayunar, y nada mejor que hacerlo con comida típica de la región (Departamento de Santander), y pues ordenamos un desayuno santanderiano.

Cuando nos trajeron la comida: un caldo hecho a base de carne, al que le agregan cebolla, tomate, leche, huevo y perejil, y esa nada más la entrada, porque luegonos sirvieron un plato en el que había una arepa pelada (como las que hacen aquí en el estado Falcón), un trozo de carne asada y para complemento, ¡yuca!.

¿Qué tal el desayunito?...

Confieso que comencé a tomarme el caldo con un poco de temor, por esa mezcla de leche con huevo a tan temprana hora, pero con el frío que hacía ese plato caliente fue glorioso...

Pero la cosa no terminó allí, porque para rematar, y por si quedaba algún huequito en el estómago, nos trajeron un trozo de lonja (bocadillo de guayaba) con un queso blanco muy suave y una taza de agua panela muy pero muy caliente...

Ese fue el preludio de todo lo que comeríamos los días siguientes, pues como dicen sus propios habitantes, el colombiano vive para comer...

Creo que ellos no son los únicos...

P.D: Aunque no lo crean, a pesar de todo lo que comí, no aumenté ni un gramo de peso en diciembre.

Aye

Monday, January 09, 2006

Año Nuevo...

Este debería ser un post alegre, optimista, lleno de vitalidad, por el año que recién comienza, por los deseos de alcanzar las metas propuestas, por el descanso de navidad y la vida en familia.

Pero en este momento no son esas las emociones ni el estado de ánimo que me acompañan, al contrario, tengo una gran frustachera y tristeza al mismo tiempo, por la dinámica por la que atraviesa nuestro país, especialmente desde el sábado cuando decretaron el cierre definitivo del viaducto Nº 1 de la autopista Caracas - La Guaira.

Esto parece la crónica de una muerte anunciada. Años de denuncia, de advertencias, de correr la arruga, de lanzarle la pelota al que viene después, de que el otro se ocupe...

Y finalmente el colapso... que pudo haberse evitado si se hubieran tomado decisiones a tiempo, y no poner pañitos de agua tibia, como repavimentar la carretera vieja, o ponerle cojinetes o patines al viejo viaducto (imagino que los ingenieros que implementaron esas técnicas deben estar escondidos, porque en vez de alargar la vida útil del puente lo que hicieron fue adelantar su desplome definitivo).

La caída del viaducto tendrá un efecto dominó, pues al estar cerrado el paso hacia la Guaira y viceversa, va a haber una recarga en la Autopista Regional del Centro que ya está al punto de colapso también, especialmente en la ruta a Pto. Cabello, que tiene derrumbes y desvíos por todos lados, y a la altura del puente La Cabrera, donde las lozas se están cayendo a pedazos.

En poco tiempo, no se va a poder transitar por nungún lado en este país. Y es que casi todas las grandes obras de infraestructura se construyeron en el mismo período y para una vida útil de 50 años, que ya se están cumpliendo.

Caracas está ya incomunicada con Vargas, pronto lo estará con el occidente y también con el oriente, pues desde la autopista Petare-Guarenas y hasta los estados Sucre y Anzoáteguí, todos parecen caminos culebreros.

Las implicaciones sociales, económicas y psicológicas son inimaginables: gente desplazada, pérdida de empleos, caída del turismo (nadie va a querer viajar durante 3 o 4 horas para llegar al litoral) y pare usted de contar.

¿Cómo es posible que de ser el país con la mejor vialidad de suramérica, tengamos todas las vías colapsadas, emparchadas y destrozadas? Hemos retrocedido en años, nuestro país está en ruinas, acabado, miserable, feo y maloliente. Esta tierra ya no sabe de qué modo pedir que la salvemos, que la recuperemos y que la llevemos a ser lo que fue hasta hace poco... nuestra grande y hermosa Venezuela...

Aye