Graduarse...

Siempre creí que graduarme iba a ser emocionante... Pero me quedé corto, es arrechísimo!!! Estar en el Aula Magna, con la gente con la que compartí 5 hermosos años de mi vida: Amigos y amigas del alma, compañer@s de estudio, algún pendejo con el que casi me caigo a coñazos en algún punto de la carrera, ex-novias, machuques, etc... en fin, gente inolvidable por una u otra razón.

Cosas que en ese momento no tienen precio:

- Que en el público esté la gente más importante para mi: mis padres y mi hermano.

- El orgullo que pude ver en los rostros de ellos.

- La jodedera mientras esperábamos que nos llamaran.

- Las manos frías.

- Los chistes acerca de la toga: que si parecíamos unos zamuros, que si era el disfraz de Harry Potter, etc…

- La sonrisa en mi cara, que no me la quitaba ni un pellizco ustedes saben donde.

- El aplaudir, orgulloso, a mis amigos más queridos mientras caminaban por la tarima.

- El escuchar mi nombre por los parlantes, seguido de los aplausos.

- Gritar a coro “U U UCV”, “Psicología… Psicología” y “Nos graduamos uh!”

- Las lágrimas cuando el orfeón cantó Caminante no hay camino, Cuando me besas de Juan Luis Guerra y al final el himno de la universidad…

Son recuerdos que no creo, no quiero, que se borren de mi mente jamás…

Otto