El lumbago...

Estaba pensando en que este año ha sido uno de los más fuertes para mí, puesto que me ha tocado hacer de todo y aqui sigo vivo... y tullido.
Mi formación me dice que el cuerpo habla y siempre manda señales y desde hacia rato me estaba diciendo "descansa coño...". Pero no le hice caso porque ya estaba a punto de salir de vacaciones. Pues el cuerpo habló. Mejor dicho, gritó, y ahora tengo un lumbago de los mil demonios.
Yo no sabía que esos músculos eran tan importante para cualquier movimiento del cuerpo. Sólo cuando lo tienes es que te das cuenta de ello. Por ejemplo:
- Permanecer sentado es llevadero; levantarse es infernal.
- Caminas como si te estuvieras cag...
- Estás todo tieso. Casi pueden izar una bandera contigo...
- Ir al baño... Sin comentarios...
- Gracias a Dios no tengo pareja ahorita, porque sino, además de doloroso, sería triste eso de ver y no comer.
- Por Ley de Murphy, todo se te cae al piso. O chillas y pides que te hagan el favor de levantarlo o te jodes.
- La inyección en la nalga duele más que el lumbago.

Es toda una experiencia navideña, aunque no se las recomiendo... Sólo tengo 25 años y ya parezco mi abuelo!

Otto

¿Y mi pasaporte qué?

Cuando me enteré de que los trámites para obtener el pasaporte se iban a realizar vía Internet me alegré muchísimo. Ya no iba a tener que llevar mi equipo de camping hasta las puertas de la DIEX, ni alquilar un banco de esos plásticos para no cansarme en la cola, pagarle a un recogelatas para que me cuidara el puesto durante la noche, alquilar un par de cartones para acostarme a la intemperie si no conseguía al recogelatas, ni realizar ningunas de esas bizarras actividades que acompañan la realización de cualquier trámite con la administración pública. Lo único que hubiera podido hacer esa espera tolerable era irme a sacar el pasaporte en grupo, y en la espera, jugar una partidita de dominó, rummy-q o scrabble, y tomar una que otra birra encapillada. Pero ya no iba a ser necesario, los entes públicos estában dejando atrás la era de las cavernas para entrar en el mundo tecnológico! Cosa más grande!
A partir de cierto momento, mi pasaporte estaría al alcance de un click. Cero cola, cero stress, algo impensable en nuestro país por estos días.
Obtener el tan ansiado librito sólo iba a requerir una diligencia breve, ordenada, sin multitudes, como ocurre en otros países no muy lejos del nuestro.
La primera vez que entré a la página de la diex para solicitar información sobre los pasos a seguir, todo salió perfecto: logré la conexión de inmediato y al día siguiente recibí mi clave de acceso a la página de pasaportes. ¡Pronto, muy pronto iba a tener el documento en mis manos!...
Hasta allí duró la dicha...!
Cuando intenté acceder, el ícono del explorador se quedó dando vueltas, vueltas y más vueltas. Pensé que tal vez había mucha gente disfrutando de la novedad y decidí esperar algunos días, pero que va! desde Octubre el ícono está como la canción: "el mundo gira, gira, mientras la vida pasa, pasa.." No ha habido manera de que pueda entrar. He seguido todas las sugerencias: que si conéctate a primeras horas de la mañana, que si a últimas de la tarde, que mejor en la madrugada... Todo intento ha sido infructuoso...
Si hay alguien que haya logrado obtener su pasaporte por este medio, por favor, indíquenme cómo carajo hizo para que la bolita esa dejara de girar y pudieran siquiera visualizar el logo de la consabida página...

P.D: Menos mal que mi viaje de navidad es a Colombia, donde no necesito el pasaporte, porque si no, me iba a tocar quedarme en casa rumiando mi calentera.

Aye

Cosas de Madres...

El rol de madre es una cosa seria. No importa lo bien que lo hagan, siempre, siempre, habrá quejas de parte de nosotros los hijos. Con el tiempo he entendido mucho a mi madre y ahora hasta me río de las cosas que en su momento me sacaron la piedra. Quiero comentarles algunas de ellas:

1) Me acuesto sin cenar. Ella me despierta:

- Mijo, no vas a cenar?
- No mamá, lo que quiero es dormir, no me quiero parar...
- Párate para que comas vale...
- No me quiero parar mamá... no tengo hambre, almorcé tarde...
- Bueno, pero tómate un toddy al menos, yo te lo preparo.
- Ta bien mamá...
(Al rato vuelve mi abnegada madre) - Aquí está el toddy mijo...
(Me lo tomo fondo blanco, casi sin abrir los ojos)
- Aahh, gracias mamá, buenas noches.
- Buenas noches no! ahora te paras y te cepillas, no seas cochino!
(Coño, logró que me parara de la cama! cómo lo hace?)

2) Parto un vidrio en mi casa y me quiero hacer el pendejo. Mi madre, que por alguna razón sabe que lo hice, va y me da mi trancazo:

- Pero si yo no fui! (Otro correazo)
- No? y quién fué?
- No sé, yo no fuí! (Otro más por mentiroso. Coño, aqui ya me pongo a llorar)
- No llores y dime quién fué!
(Aquí, entre las lágrimas y el chillido, ya balbuceaba) - Yo yo yo no no no fui...
- Cállese! y dígame quién fue!
(Mi llanto para en seco y digo:) - O me callo o te digo quién fue, una de dos... (Otro trancazo más por respondón!)

Dedicado a mi hermosa madre, a quien quiero y adoro... Madre sólo hay una, y cómo jode!
Cuando me acuerde de otras escenas bizarras, les escribo!

Otto

!Por fin el VAO!

Finalmente, después de más de año y medio de aplazamientos, el tan cacareado VAO en la autopista Petare - Guarenas está listo.
Según sus creadores, los usuarios de esta vía nos ahorraremos entre 30 y 45 minutos de insoportables colas.
Y esos mismos usuarios no nos enteramos de la apertura de la anunciada solución al problema del tráfico a la altura de Terrazas del Ávila a través del periódico ni los programas de radio que sintonizamos todas las mañanas para saber qué novedad hay en la autopista, !no que va!...
La historia comenzó anoche en el terminal de Petare donde la multitud que esperaba transporte para ir a Guarenas y Guatire era sorprendente. Todos nos preguntábamos qué pasaba con las camionetas que no llegaban, se especuló de todo, hasta de derrumbes en la vía se habló, debido a las lluvias. Pero nadie se acercó a la verdad.
Finalmente, luego de una larga espera, logramos abordar el transporte y luego de un rato de estar en la cola, nos encontramos con que en el área donde comienza el VAO (a la salida de la Cota Mil) había un tremendo toldo casi en el medio de la autopista con gente de franelas rojas y camarógrafos caminado por todos lados. Fue en ese momento cuando supimos que estaban inaugurando la vía anexa en la autopista.
Yo pensé: ¡Qué bolas tienen esos carajos!. Escogieron la peor hora, para nosotros los usuarios, (supuestamente fuente de gran preocupación para las autoridades), pero la mejor para ellos por supuesto, para inaugurar una obra, que ha debido estar lista desde hace mucho tiempo y que tampoco es la oooobraaaaa!!!!.
La tranca que se formó subiendo hacia Caracas era descomunal. De verdad que es una desconsideración someternos a semejante colapso del transporte y el tráfico sólo para satisfacer el ego de unos pocos.
Para hacer la cosa más trágica, les cuento que esta mañana llegué al Distribuidor Metropolitano a las 5:30, hora en la cual nunca hay cola en ese punto, pues, hoy sí la había y bastante larga para la hora, no quiero imaginarme como habrá sido la cosa después de las 6:00.
Por supuesto, los que iban en contraflujo no encontraron ningún inconveniente, pero los que íbamos en la camionetica tuvimos que meternos en el cuello de botella que se formó al final de la vía anexa.
¡Qué rollo!. Sólo espero para mi tranquilidad y la de todos los que vivimos en Guarenas y Guatire, que el remedio no sea peor que la enfermedad.

Aye

Huele a Navidad!

¿Cuántas veces no hemos pronunciado o escuchado a otros esa frase?
En Diciembre el sol se siente más brillante, más claro, el aire más limpio... Es que los días decembrinos tienen un no se qué, que hasta huelen diferente.
¡Qué variedad de olores se mezclan en el ambiente! Lo primero que comienza a penetrar nuestro olfato es el olor de la pintura. Todo el mundo, sea de la condición que sea, espera los últimos días del año para pintar la casa, ponerla bonita...
Recuerdo otros olores de cuando era niña: el de los estrenos, esa ropa que nos pondríamos el día 24 y el 31, era toda una fiesta ir de compras con mi mamá y mis hermanos, caminábamos por todo el centro de Caracas y casi siempre terminábamos comprando en una tienda llamada Korda Modas, que creo todavía existe.
El olor de los traquitraquis, las luces de bengala y los salta pericos, que mi papá no nos dejaba usar, pero cuyo olor a pólvora se sentía por todas partes.
Y el mejor de todos los olores: ¡El de los juguetes que traía el Niño Jesús! Qué placer romper todo ese papel de regalo y abrir las cajas para encontrar muchas veces... el regalo que no estábamos esperando, pero era igual un juguete...
Y por supuesto, un olor infaltable... el de las hallacas. Hoy de adulta es el que más me emociona y una de las razones por las cuales espero impaciente los días de navidad. ¡Me encanta hacer hallacas!.
Para mi es un placer y una tradición levantarme muy temprano e ir al mercado con mis padres y alguna de mis hermanas a comprar todos los ingredientes fresquecitos. Es un deleite a los sentidos ver toda esa variedad de colores: el rojo de los pimentones, las cebollas blanquitas, en contraste con el verde intenso del cilantro y sentir el penetrante olor de las hojas de plátano, mezclado con el de las alcaparras y aceitunas, uhhmmm!!!
Después en casa, el olor del guiso se cuela por todos los rincones y poco a poco la gente de la casa se va acercando a la mesa, los más para tomarse un ponche crema, comerse una aceituna o unas pasitas, y los menos para ayudar de verdad, aunque sea amarrando una hallaca para luego decir: ¡qué ricas nos quedaron!
Al final del día, mi mamá y yo somos las únicas que quedamos para terminar todo, agotadas pero contentas.
Luego mi papá, que es quien tiene el paladar más exigente de la casa da el verdicto final, que aunque sea la mejor hallaca del mundo siempre será el mismo: Está muy buena, pero...

Aye